La mayor parte de las células del revestimiento del cuello uterino terminarán por desaparecer espontáneamente. Si las anormalidades son leves, el profesional de atención médica puede optar por vigilarlas estrechamente. Si las anormalidades son más importantes, eliminarlas casi siempre previene la futura aparición de un cáncer de cuello uterino. Los métodos usados habitualmente para tratar las células anormales del cuello uterino consisten en congelación, eliminación con un instrumento eléctrico y cirugía convencional. Puede que sea necesario repetir el tratamiento si reaparecen células anormales.